Estamos tristes, enfadados, alegres, angustiados, desconfiados, frustrados, celosos, entusiasmados,... ¿se han preguntado alguna vez por qué sentimos todas esas emociones? ¿De dónde surgen? ¿Para qué sirven? ¿Cuál es su finalidad en nuestras vidas? Bien, en primer lugar las emociones nos revelan que algo importante está sucediendo y que, por tanto, hemos de estar atentos. Quiero que imaginen la siguiente situación: Está de safari fotográfico en África. Usted está tomando muy buenas fotos, ensimismado en la tarea, sin darse cuenta se retira del grupo. De pronto, alza la cabeza y ve que frente a usted tiene a un leopardo. Usted no se pararía a pensar si es mejor hacer A ó B ó C y sopesar todos los pros y los contras de cada opción antes de decidirse. No lo creo… No, su reacción tiene que ser más rápida si no quiere que el leopardo le haga Ñam Ñam . Necesita un mecanismo que se active automáticamente ante el peligro y le dé la solución instantánea. Eso hacen las em