CUANDO ALGO NOS CAUSA UN GRAN MALESTAR
Algunos obstáculos desaparecen solos mientras que otros no, otros demandan que hagamos algo. Y si no lo hacemos con el devenir del tiempo llegan a transformarse en bloques sólidos infranqueables, en verdaderos muros que uno siente que no puede atravesar ni superar. Y en ese no poder, nuestra vida se estanca. Y entonces nos quedamos atorados en ese punto de la vida, y será ella la que imponga las condiciones que seguramente nos disgusten. Por tanto, si algo nos causa un gran malestar y ese hecho es susceptible de tener un fin, hemos de promover ese cambio de estado de las cosas o de coordenadas mentales con tal de acoger así la oportunidad de llevarlo a cabo. Si no prepárese para ir a remolque de los hechos. Pero cambiar no es sencillo. Abrirse a otras posibilidades comporta pagar un precio, no es gratis, por lo que hemos de estar dispuestos a pagarlo. El cambio, como trataremos más adelante, exige el cumplimiento de condiciones que involucran un esfuerzo sostenido de la volunt