PERLAS
- ¿Y mientras tanto?”, preguntó el marqués.
- “Mientras tanto”, dijo Abrenuncio, “tóquenle música, llenen la casa de flores, hagan cantar los pájaros, llévenla a ver los atardeceres en el mar, denle todo lo que pueda hacerla feliz”.
Se despidió con un voleo del sombrero en el aire y la sentencia latina de rigor.
- “Mientras tanto”, dijo Abrenuncio, “tóquenle música, llenen la casa de flores, hagan cantar los pájaros, llévenla a ver los atardeceres en el mar, denle todo lo que pueda hacerla feliz”.
Se despidió con un voleo del sombrero en el aire y la sentencia latina de rigor.