B C N p s i c o t e r a p i a

Todos queremos acertar en el amor.  Es normal. Cuando no lo hacemos, pagamos el precio con dolor y otras incomodidades.Queremos tomar esa decisión de entrar en el mundo de la pareja, pero el futuro es incierto. En el imaginario popular el amor es ciego. Quizá sería más correcto decir que lo que es ciego es el enamoramiento. Ese suele ser un estado en el que transitoriamente perdemos la objetividad, una parte de la razón, el pensar en el otro se vuelve algo obsesivo y en el que nuestro juicio está sesgado y solamente vemos lo bueno, lo admirable de esa persona. Y no está mal, es el proceso natural y biológicamente nuestra maquinaria psicológica y corporal está confeccionada para ese fin. El problema aparece más tarde, cuando del enamoramiento hemos de saltar al amor, sin redes, en ese momento en que por fin recuperamos la vista y las demás funciones que estaban afectadas por una cascada hormonal que nos lo impedía. ¿Sabemos elegir bien a nuestra pareja? El número de rupt

"Nunca pelees con quien nada tiene que perder".

A menudo, encontramos personas que repiten una y otra vez las mismas malas elecciones en lo que se refiere a elegir pareja.  A veces, no son conscientes de qué es lo que está malfuncionando para que se encuentren repetidamente con el mismo tipo de inconveniente a superar.  En otras ocasiones, reconocen medianamente una parte del problema pero están a oscuras del resto y esto no las ayuda a salir de la situación. Y en otros casos, nos encontramos con que la persona sabe lo que hay y aún siendo malo se queda. Puede haberse rendido sencillamente y haber optado por una posición sumisa o sencillamente mantenerse porque en el fondo ese tipo de relación, a pesar de todo, le retribuye con un beneficio secundario como puede ser mantener un tipo de vida en el sentido material, cubrir ciertas carestías, encontrar una "cierta" protección, sucedáneo de afecto, no estar solo físicamente, tener alguien a quien presentar a los amigos, dependencia emocional, inseguridad,...  En reali

La madurez emocional supone aceptar que cada decisión que tomamos implica una renuncia. Asumirlo como parte de las reglas del juego. Sin pena ni gloria.  El anverso y el reverso, lo que ganamos y perdemos, conforma el cuadro completo de la vida. ¿Qué nos sucede? Vemos el drama cuando enfocamos nuestra atención en la pérdida, en la cruz. O experimentamos una felicidad maníaca y superficial cuando sólo iluminamos la cara de la moneda. La alegría y la tristeza entretejen nuestro diario vivir. Pongamos atención en lo que hacemos: hacia qué lado ponemos la luz de nuestra conciencia, nos daremos cuenta de cosas que cuentan... BCNpsicología for MARIA JOSE POZO.

Escuela Emocional by BCNpsicología:"¿POR QUÉ NO CAMBIAS ESO?". En ocasiones vivimos circunstancias difíciles de las que podríamos salir. Sin embargo, no siempre pasamos a la acción para cambiar aquello que no nos gusta o lo que nos produce dolor.   Quizá nos mantenemos en una relación de pareja que ya no nos aporta nada, o conservamos relaciones triviales con amigos que no nos satisfacen, postergamos lo importante, repetimos los mismos errores, vivimos vidas conformadas en las que la evasión es un escape para evitar la pregunta importante de saber: ¿Por qué nos seguimos aferrando a un lugar que ya no existe, o que si existe, no nos promete más que infelicidad? Todo cambio supone que abandonemos una situación conocida, en la que los parámetros de cómo movernos son bastante seguros. Por lo tanto, cambiar es desertar de la expectativa de “conocer cómo va a ser algo”. Al mismo tiempo, el cambio nos pone ante un escenario desconocido y nos asusta lo nuevo, lo diferente, l