"Hay que hacer algo, no pensar en hacer algo". Claro que sí, para hacer algo de valor antes hay que meditar sobre ello. Es del todo lógico, actuar sin reflexión nos va a traer funestas consecuencias. Por lo tanto, detenerse a pensar en lo que tenemos que hacer es correcto. El problema es cuando nos quedamos atorados en ello, cuando no salimos de ese pensar y pensar en que tenemos que hacer algo. Los problemas van a seguir ahí, lo que estaba por hacer seguirá sin ser hecho,... demasiadas opciones nos hacen sentir indecisos e inseguros de cara a resolver cuál es la elección mejor. No caigamos en la trampa, a veces muchos caminos no es una bendición si ello nos detiene. ¿Qué hacer? Escribe el problema, resúmelo en una línea. Anota las soluciones posibles que se te ocurran sin censurarte y anticipa lo que puede suceder tanto positiva como negativamente. Elije la mejor posicionada. Lleva la solución a cabo sabiendo que no es perfecta, que requerirá reajus